Fluctuaciones cíclicas y Crecimiento económico Regularidades empíricas
Los análisis de los ciclos y del crecimiento económicos retomaron la importancia que habían tenido en el pasado a partir de los trabajos seminales de Lucas (1977) y Kydland y Prescott (1982) y de las importantes contribuciones de Romer (1986) y Lucas (1988), respectivamente. Desde entonces se han realizado numerosos estudios que han abordado las causas y consecuencias de esos fenómenos, así como las opciones de política para mitigarlos o para impulsarlos, según sea el caso.
En el transcurso de las últimas cuatro décadas se han extendido los planteamientos originales de la nueva escuela clásica y, principalmente, de las teorías de los ciclos económicos reales para incorporar el papel de diversos choques de oferta como fuentes de las fluctuaciones económicas en el marco de economías abiertas. Más todavía, la teoría se ha renovado a partir de la visión de la nueva economía keynesiana (Mankiw y Romer, 1991) que ha enfatizado el papel de las rigideces nominales y reales y de las fallas de coordinación en la gestación y reacción del sistema a choques de demanda agregada. Por su parte, las nuevas teorías del crecimiento endógeno han tenido una importancia crucial en la explicación del crecimiento de largo plazo de la economía para lo cual han incorporado el papel de diversos factores que van desde las instituciones hasta la localización geográfica.
Aunque es claro que ahora se conoce mejor la naturaleza de las fluctuaciones cíclicas y del crecimiento económico, las nuevas circunstancias de la economía mundial, caracterizada, entro otros aspectos, por una elevada inestabilidad asociada a las secuelas de la Gran Recesión, estancamiento y recesión en diversas latitudes, y un alto grado de polarización social al interior de los países, obligan al análisis permanente de estos fenómenos. Un área de especial interés en la literatura reciente es el análisis de la dinámica regional y sectorial de las fluctuaciones cíclicas y del crecimiento económico en México y en otros países de América Latina. Mediante el uso de diferentes enfoques se han identificado algunos de los factores que explican el crecimiento de las regiones y se han hecho esfuerzos importantes para caracterizar sus fluctuaciones. Adicionalmente, se han realizado estudios de los efectos diferenciados de la política económica a nivel sub-nacional.
Varias de estas contribuciones han sido hechas por miembros de la Red de Investigación sobre Fluctuaciones Cíclicas y Crecimiento Económico (RIFCCE). En este espacio se presentan versiones breves de ellas presentadas por sus autores.
Bibliografía
Lucas, R. E. (1977). “Understanding business cycles”. Carnegie-Rochester Conference Series on Public Policy, vol. 5, issue 1, pp. 7-29.
Kydland, F. E. y E. C. Prescott (1982). “Time to build and aggregate fluctuations”. Econometrica, vol. 50, núm. 6, pp.1345-1370.
Lucas, R. E. (1988). “On the mechanics of economic development”. Journal of Monetary Economics, vol. 22, issue 1, pp. 3-42.
Mankim, N. G. y D. Romer (1991). New Keynesian Economics. The MIT Press, Cambridge, Mass.
Romer, P. M. (1986). “Increasing returns and long-run growth”. The Journal of Political Economy, vol. 94, núm. 5, pp. 1002-1037.
Alfredo Erquizio Espinal
Burns y Mitchell (1946:3) proporcionan la definición de los ciclos económicos clásicos como: “[…] un tipo de fluctuación que se encuentra en la actividad económica agregada de las naciones … consiste en lapsos de ascenso que ocurren al mismo tiempo en muchas actividades económicas, seguidas de lapsos de descenso de igual modo generales, …que se resuelven en un nuevo ascenso en el ciclo siguiente…”
Si bien esta característica fundamental de las economías capitalistas es un fenómeno de alcance nacional, ocurre simultáneamente en actividades económicas desplegadas espacialmente, por lo que se puede identificar sus manifestaciones: a una escala regional como lo propuso tempranamente Vining (1946 y 1947); y también a escala global como lo sustentan Kose y Terrones ( 2015) recientemente.
Los ciclos económicos tienen dos fases y tres puntos de giro. Se inician en el momento en que una fase de descenso (recesión) concluye y se inicia otra fase de ascenso (expansión), es el valle inicial. Cuando la expansión subsecuente finaliza, es el pico del ciclo. A partir de allí empieza la recesión que culmina cuando comienza la expansión de un nuevo ciclo, es el valle final del ciclo que termina y su vez el valle inicial del ciclo siguiente.
En México el Instituto Nacional de Estadística (INEGI) calcula un indicador mensual denominado Índice coincidente porque sus puntos de giro corresponden a la noción de ciclo económico clásico y que por tanto incluye variables que se mueven al mismo tiempo como: el producto interno bruto mensual, el índice de volumen físico de la actividad industrial, el número de asegurados permanentes del Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS), el índice de las ventas netas al por menor de los establecimientos comerciales y la tasa de ocupación parcial y desocupación.
Se puede utilizar criterios cuantitativos y cualitativos para establecer la cronología de los ciclos económico de Estados Unidos de América (EE.UU) como hace el comité de expertos de la National Bureau of Económic Research (NBER). Pero en México aún no existe una cronología oficial análoga, una posible surge de la inspección visual del Índice coincidente del INEGI, la cual inicia con el pico 1982.02 (resaltados en negritas en lo que sigue) seguido de un valle y luego del siguiente pico y así sucesivamente. Las cronologías de picos y valles mensual, trimestral y anual son:
1982.02-1983.06-1985.09-1986.11-1994.11-1995.10-2000.10-2003.09-2008.01-2009.05
1981.IV-1983.II-1985.III-1986.IV-1994.IV-1995.IV-2000.IV-2003.III-2008.I-2009.II
1981-1983-1985-1986-1994-1995-2000-2001-2008-2009.
La información que permitiría hacer una identificación de los ciclos regionales en México de una manera análoga a la descrita es aún limitada. Así el INEGI difunde cifras anuales del Producto Interno Bruto Estatal 1993-2015 e Índice Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) 2003.I-2016.III; el Banco de México pública cifras mensuales agregadas en cuatro regiones de un Índice Cíclico Regional (ICR) 2003.1-2016.9; la Secretaria de Trabajo y Previsión Social proporciona cifras mensuales de empleo de asegurados en el Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS) 1997.7-2016.11. Un ejercicio que use las cifras mensuales disponibles, establecería una cronología de los ciclos económicos de las entidades federativas, la que no debería diferir significativamente de la observada para el agregado nacional, hay un avance al respecto con cifras de la producción manufacturera en Mejía y Erquizio (2012).
Considerando las limitaciones de información señaladas y asumiendo que los ciclos regionales coinciden con los ciclos nacionales y que las cifras anuales del PIBE son adecuadas para identificar las manifestaciones regionales de las recesiones nacionales de 1995, 2001 y 2009. En los mapas adjuntos se muestra en varios tonos descendentes en intensidad del gris conforme disminuye la magnitud de las tasas de crecimiento del PIBE en las recesiones mencionadas y se revela que paulatinamente las entidades federativas del norte del país son las que tienen recesiones cada vez más severas en comparación con las del resto del país.
Para explicar dicha diversidad, Erquizio y Ramirez (2014 y 2015) formulan una ecuación de ciclo regional, que considerando factores exógenos (mecanismo de impulso), factores endógenos (mecanismo de propagación) y política fiscal (mecanismo contra cíclico). Y mediante regresiones de corte transversal comprueban que en la recesión de 1995 predominan las causas endógenas (semejanza recesional y tamaño relativo de la manufactura); en las recesiones de 2001 y 2009 son importantes tanto las causas endógenas (semejanza recesional) como las causas exógenas (grado de globalización y coeficiente de elasticidad respecto a cambios de la economía de Estados Unidos respectivamente) y que particularmente en la recesión de 2009 actúo como mecanismo contra cíclico el porcentaje del gasto público devengado con respecto al PIBE.
Mientras que Díaz, Mejía, Erquizio y Ramirez (2015) analizan las causas de la recesión de. 2009 con cifras mensuales de varios indicadores y los organizan en variables que reflejan las características estructurales que pueden ser consideradas como condiciones iniciales que determinan la capacidad de las economías estatales para absorber los choques externos y variables que representan factores coyunturales de la demanda. En el primer caso consideran la participación en el PIB estatal y en el agregado nacional, de exportaciones, Inversión Extranjera Directa (IED), turismo y remesas. A su vez, incluyen medidas similares de la producción estatal de equipo de transporte, así como la participación en la producción de textiles, productos químicos y maquinaria y equipo, dado que se trata de actividades altamente sincronizadas con el ciclo de EE.UU. Y para tener en cuenta los efectos coyunturales de las variables de demanda consideran la tasa media de crecimiento anual durante el período 2008-2009 de: las remesas, la IED y variables fiscales relativas al crecimiento del gasto público. Y encuentran que de 33 variables económicas analizadas solo el cociente entre la producción de la industria maquiladora y manufacturera es significativa en los 3 modelos considerados a partir del ITAEE, el índice coincidente estatal (ICE) calculado por los autores en base a la metodología de Erquizio (2010) y el índice de producción manufacturera estatal y que son estimados mediante mínimos cuadrados ordinarios y regresión no paramétrica.
La investigación de los ciclos regionales es una tarea en la que nuestra RIFCCE es pionera, la agenda al respecto es muy amplia. Es necesario establecer cronologías de los ciclos nacionales y regionales con criterios cuantitativos y cualitativos; examinar en detalle el comportamiento cíclico de los sectores económicos y los componentes de la demanda de las regiones; indagar sobre los efectos de la política económica en el movimiento cíclico regional; profundizar mediante estudios de caso regionales con una perspectiva contemporánea e histórica.
Bibliografía
Burns, Arthur y Wesley Clark Mitchell (1946). Measuring Business Cycles. National Bureau of Economic Research, New York.
Díaz Carreño, Miguel Ángel, Pablo Mejía Reyes, Alfredo Erquizio Espinal y Roberto Ramírez Rodríguez (2015): “Recesión en los estados de México en 2008-2009: magnitud y causas” en Revista Contaduría y Administración, Universidad Nacional Autónoma de México Vol. 60, S2, pp. 147-168
Erquizio Espinal, Alfredo (2010): “Gran Recesión 2008-2009 en EE.UU y México: un enfoque regional” en Paradigma Económico. Revista de Economía Regional y Sectorial. Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de México. Vol. 2, # 2. Julio-Diciembre. 2010, pp.5-40.
Erquizio Espinal, Alfredo y Roberto Ramírez Rodríguez (2014): “La Recesión 2009 y la expansión 2010-2012 en las entidades federativas de México” en Estudios Fronterizos. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad Autónoma de Baja California, Vol. 15, núm 30, julio-diciembre, pp: 181-213.
Erquizio Espinal, Alfredo y Roberto Ramírez Rodríguez (2015): Dinámica Económica de México: Un enfoque regional. Ediciones JORALE e Universidad de Sonora
Kose, M. Ayhan, and Marco E. Terrones (2015): Collapse and Revival: Understanding Global Recessions and Recoveries, IMF books
Mejía Reyes Pablo y Alfredo Erquizio Espinal (2012): Expansiones y Recesiones en los Estados de México. (coautores: Alfredo Erquizio y Pablo Mejía), Pearson Educacion-UNISON-UAEM
Vining, Rutledge (1946). “The Region as a concept in business cycle analysis”. Econometrica, Vol. 14, No. 3, Julio, pp. 201-218.
Vining, Rutledge (1947). “Measuring State and Regional Business Cycles” en The Journal of Political Economy, Vol. 55, No. 4, Agosto, pp. 346-351.